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LA DISMINUCIÓN DE PECES EN LA CUENCA MAGDALENA-CAUCA

Fotografía por Mariana Alejandra Moscoso

Por Mariana Alejandra Moscoso Rodríguez
      Javier Alejandro Maldonado Ocampo
      Juan David Vargas Alonso
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FEBRERO 6, 2017

Colombia ocupa el segundo lugar con mayor riqueza de peces de agua dulce en el mundo, registrando un total de 1.497 especies, de las cuales 371 son endémicas. No obstante, los ecosistemas acuáticos en los cuales se distribuye esta gran riqueza íctica están experimentando un incremento en la intensidad del impacto humano y por ende afectando a este grupo especial de vertebrados. Más dramático aún es lo que está aconteciendo con la cuenca emblemática de Colombia, la cuenca Magdalena-Cauca, que registra un total de 219 especies de peces, donde más de la mitad sólo las encontramos en esta cuenca y de las cuales un gran número de familias dependen de estas para su supervivencia.


EL  río
L
os centenares de registros audiovisuales, fotográficos y escritos que existen al rededor del río Magdalena y su tributario principal, el Cauca, cuyos nombres aluden a una de las cuencas hidrográficas más importantes del país, evocan la exuberante cantidad de fauna y flora que acompañan sus paisajes, interrumpidos por los flujos de agua que recorren, los más de 1.500 km, en dirección sur-norte. Desde su nacimiento en la laguna de la Magdalena en el Páramo de las Papas, en el Macizo colombiano, su corriente emprende un extenso recorrido que pasa por los esponjosos bosques de niebla, humedales, picos como el Nevado del Tolima y Ruiz, atraviesa valles, se rodea por cordones montañosos, se adjunta a afluentes que aceleran el curso de sus caudales, se amortigua en lagunas, llanuras y ciénagas, pasa a superficies que se encuentran por debajo del nivel del mar y finalmente llega hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza en el mar Caribe.

Fotografías por Cesar David Martínez

Esta breve descripción no solo reúne nuestra historia natural y patrimonio cultural, también exhibe la evolución de las ideas que durante décadas estimularon el uso y aprovechamiento de las aguas del río Magdalena, constituyendo uno de los procesos más transcendentales en la explicación y fundamentación del desarrollo socioeconómico, político y cultural del país   .Cada vez que se indaga sobre la historia e importancia que tiene el río en Colombia, es inevitable no sentirse dichoso al saber que fueron sus aguas, el medio para el desarrollo, donde se desencadenaron procesos de integración social y cultural a través de diversas actividades como la pesca, que surgieron en y entorno al río   , por diversos grupos humanos que durante más de quince siglos afianzaron el sentido de pertenencia, dando consistencia a la formación y profundización de las identidades nacionales que llevaron a grandes revoluciones sociales y descubrimientos científicos.


La Problemática 
El río fue y ha sido escenario del progreso de actividades humanas que permitieron ampliar fronteras de la economía, como lo que sucedió durante el siglo XX con el surgimiento de la exploración y explotación de hidrocarburos y el establecimiento de grandes hidroeléctricas, fuentes de energía renovables, que han generado un impacto ambiental negativo en la fertilidad natural y el ciclo de vida de sus ecosistemas    . Su bienestar tendría que ocupar un lugar especial para su continuidad, no obstante la realidad es otra, el estado actual de la cuenca Magdalena-Cauca es  grave, al igual que la vida de las 219 especies de peces que habitan en sus aguas.

Pero, ¿Son estas las únicas causas del deterioro ambiental de la cuenca? La respuesta a esta pregunta no es fácil, pues la cuenca y sus peces han estado sometidos a muchas y diversas presiones como las descargas de afluentes de industrias, alcantarillados y de vertimientos de residuos sólidos y de aguas sin tratamiento, la contaminación industrial por descargas de plomo, cianuro y mercurio junto a la minería   . Los procesos de extracción de petróleo y sus derivados también influyen en la alteración del contenido del oxígeno disuelto, la salinidad y la temperatura esenciales para la vida de la ictiofauna, así como procesos de deforestación a causa de la ganadería, cultivos ilícitos y demás factores que abarcarían un inmenso espacio para su exhibición. Todas éstas actividades sumadas a la sobre pesca en la cuenca, seguro pueden explicar por qué del descenso vertiginoso en la producción pesquera de la cuenca al pasar de 81.653 toneladas anuales en la década del 70 a 39.000 en el 2010. 

Fotografías por Cesar David Martínez


La Normatividad
En Colombia, desde la expedición del código de los recursos naturales (Decreto Ley 2811 de 1974) y la posterior expedición de la Ley 99 de 1993, se definió la obligación a las empresas de identificar y caracterizar los impactos que su actividad genera sobre el medio ambiente y definió el régimen sancionatorio a aplicarse a aquellos que incumplan las disposiciones legales existentes. Aquellos proyectos, obras o actividades que por sus características son objeto del proceso de licenciamiento ambiental, deben identificar y tipificar los impactos que se generan sobre la biodiversidad. Se estableció que aquellos impactos que no pueden ser prevenidos, mitigados o corregidos, deberán ser compensados.  

 

En el año 2012 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) expidió, mediante la Resolución 1517 de 20128   , el Manual para la asignación de compensaciones por pérdida de biodiversidad en ecosistemas terrestres    , con el fin de brindar una herramienta de sencilla aplicación, para calcular el área de ecosistemas naturales afectados y definir, luego de aplicar algunos factores específicos, el área de los ecosistemas a compensar para evitar la pérdida neta de biodiversidad en las áreas de influencia de los proyectos licenciados. Adicionalmente, el Ministerio ha avanzado en el desarrollo de estudios metodológicos para el cálculo de las compensaciones sobre ecosistemas acuáticos y marino-costeros, no obstante, estos no han sido adoptados legalmente. 

Sin embargo, el nivel de implementación del Manual por parte de los usuarios no ha sido satisfactorio, privando al sector ambiental de una fuente interesante e importante de recursos económicos y técnicos para avanzar, a nivel regional y local en procesos de conservación y restauración de ecosistemas. La dinámica de transformación del ambiente natural en el país requiere de una gestión más ágil y decidida por parte del Ministerio y las autoridades ambientales regionales para de una parte tipificar y cuantificar los impactos y de otra para ofrecer alternativas para compensar los impactos. 

El “Manual para la asignación de compensaciones por pérdida de biodiversidad”     establece la obligación de realizar un estudio de causalidad, donde se expone, por ejemplo, para el caso de los proyectos hidroeléctricos, un monitoreo pre-construcción y post-construcción    .La adecuada implementación de procesos de licenciamiento ambiental y del manual de compensaciones, permitirá recopilar información y documentar a través del monitoreo y seguimiento, cómo las comunidades de peces se ven afectadas por la construcción de las Hidroeléctricas. 

Iniciativas y datos
En este sentido, desde hace unos años, TNC está intentando generar un portafolio de conservación de ecosistemas acuáticos de la cuenca del Magdalena-Cauca     , integrando a los peces ya que son muy importantes para determinar esas áreas prioritarias de conservación. Es por ello, que esta ONG en conjunto con el laboratorio de Ictiología del Departamento de Biología, de la Pontificia Universidad Javeriana vienen trabajando en temas relacionados con investigación, caracterización, monitoreo y modelación de diversos aspectos relacionados con los peces de la macrocuenca del Magdalena-Cauca. Resultado de estas acciones de cooperación, se ha podido determinar que una de las principales amenazas a los peces en la cuenca se ha dado por la construcción de las hidroeléctricas, las cuales están afectando el régimen de caudales y la conectividad de los sistemas fluviales, dos elementos fundamentales para el sostenimiento de la pesca y la continuidad de las especies.     

Fotografías por Cesar David Martínez 
                            y Jorge García

Las investigaciones han combinado dos factores esenciales para llegar a esta conclusión, la primera obtenida resultado de la depuración exhaustiva y colectiva sobre información de los peces en la cuenca, lo que permitió tener un amplio banco de datos sobre la riqueza y distribución de las especies y en segundo lugar, el modelamiento del río, es decir, un panorama sobre la actividad y el estado de las redes funcionales para la migración de peces y alteración del flujo natural de los tramos fluviales aguas abajo de las hidroeléctricas, junto a las áreas de humedales y su transformación.

Cuenca Magdalena-Cauca: Localidades con registros de peces; Subredes funcionales; Grado de regulación del caudal 

La fusión de datos sobre dónde y cómo están distribuidas las especies a lo largo del río permite tener modelos confiables de distribución de las especies, con las que se pueden analizar y formular preguntas como ¿dónde está la mayor concentración de especies migratorias o en qué parte de la cuenca se encuentran? Con esos modelos de distribución se realizan mapas que ilustran determinados patrones de comportamiento de los peces en la cuenca. Una vez se tienen los datos y los mapas ya elaborados, se logra establecer como las rutas migratorias de las especies y áreas de importancia para el desarrollo de sus ciclos de vida (planos de inundación) se ven afectadas por donde se encuentran ubicadas las hidroeléctricas en la cuenca.

Cuenca Magdalena-Cauca: Modelos de distribución de especies; Riqueza de especies migratorias a través de  modelos de distribución

(Mapas elaborados por Guido Herrera)

Los resultados obtenidos hasta el presente indican que la red de ríos conectada a los sistemas de planos de inundación es de 8.311 km, lo cual si lo comparamos con la condición natural presente antes de la construcción de hidroeléctricas (11.998 km), indican una pérdida de 30.4% de longitud de ríos conectados a estos sistemas. De hecho, únicamente el 3.3% del total de la longitud del río está afectada por la fragmentación entre los 0 – 400 metros sobre el nivel del mar (msnm), mientras que entre los 400 y 1.000 msnm este porcentaje alcanza el 56.3%, y entre los 1.000 – 1.500 msnm, el 81%    . Esto tiene implicaciones importantes para las especies de peces en la cuenca, como es el caso de las que realizan migraciones con fines reproductivos y/o alimentarios, ya que la pérdida de hábitat para estas especies sigue el mismo patrón de pérdida de conectividad ya descrita, es decir del 4% entre los 0 – 400 msnm, 35.3% entre los 400 y 1.000 msnm y 76.4% entre los 1.000 – 1.500 msnm11. Todo este panorama de fragmentación actual y futura por el desarrollo hidroenergético en la cuenca también aumenta el riesgo de extinción de las especies de peces distribuidas en ella, ya que su rango de distribución se ve reducido y la vulnerabilidad por pérdida de condiciones adecuadas de hábitat para su supervivencia
aumenta. 

Cuenca Magdalena-Cauca: Riesgo de Extinción de peces por desarrollo hidroenergético actual y futuro

Podemos hacer una analogía entre la situación de la cuenca del río Magdalena-Cauca y nuestro propio sistema circulatorio. ¿Que le pasaría a nuestra salud si nuestro sistema se tapona en diversas partes del mismo? Pues colapsaríamos y esto nos llevaría a la muerte. Esto mismo es lo que le está pasando a nuestro gran río, todo este taponamiento artificial a causa de las hidroeléctricas corta el flujo natural del río. De esta forma, si el flujo de corta y se empieza a regular dependiendo de la demanda energética que se requiera, se regula cuánta agua se debe dejar pasar o cuanta se debe retener, como consecuencia se descontrola todo el sistema del río y el pulso natural de las estaciones lluvia-sequía, que es el la guía natural para las comunidades de peces y que determina el comportamiento reproductivo y alimenticio, por ello no funciona más y las especies quedan desorientadas.

Para citar un ejemplo se podría suponer que hoy empieza la estación de sequía pero de un momento a otro abren una compuerta y sale una cantidad de agua y sedimentos represados, esto cambia la dinámica de conexión entre los sistemas de planos de inundación como son las ciénagas y el canal principal del río. Las ciénagas son por excelencia los ecosistemas donde las especies migratorias crecen, los juveniles se alimentan, donde encuentran protección, es decir donde cumplen parte de su ciclo de vida, pero si se altera ese flujo entre la ciénaga y el río porque el flujo del caudal es regulado y no corresponde a su dinámica natural pues eso tiene un impacto muy grande en esa dinámica de los planos de inundación, del ciclo anual de lluvia- sequía. Por lo tanto, la reproducción de las especies también se ve afectada, tal como el caso de la Ciénaga Grande de Santa Marta, con la cual se cometió uno de los mayores desastres del país ya que se obstruyeron todos los pasos de agua marina a la ciénaga y de esta al mar.

Fotografías por Cesar David Martínez 
                            

Boceto del Futuro
La historia del río Magdalena aún no ha terminado de escribirse, sus aguas inspiran proyectos inquietantes que moldearían el final de la vida que yace en sus aguas y desplazaría estructuras culturales y ambientales que se han generado a lo largo de sus caudales a través del tiempo; proyectos como el Plan Maestro, elaborado por la firma Hidrochina y que tiene como objetivo crear 17 nuevas hidroeléctricas y que debería estar listo para el 2030, cuestiona la disposición que se tiene en Colombia por la conservación de nuestros recursos naturales, al parecer priman más los intereses de desarrollo energético que los relacionados al bienestar de las especies, sus hábitat y las comunidades que dependen de estos recursos.

Colombia registra un total de 1.495 especies de peces de agua dulce de las cuales 220 se distribuyen en la cuenca Magdalena-Cauca     . Esta riqueza y alto endemismo de especies que posee la cuenca, ha sido el soporte de la principal pesquería a nivel nacional a lo largo de la historia, basada en al menos 40 especies, de las cuales 16 se conoce que realizan migraciones reproductivas (como el Bocachico, el Bagre Rayado, especies emblemáticas de la cueca), desde las partes bajas en los planos de inundación, hasta los ríos en las estribaciones de los Andes. Cabe decir, que la importancia cultural y económica que representan estas especies para los pescadores que durante décadas se han beneficiado de los peces como proteína animal y recurso económico, hoy en día es casi una leyenda, la disminución de peces es tan grave, que su abundancia y riqueza solo se puede encontrar en los centenares registros audiovisuales, fotográficos y escritos sobre lo que una vez llego a ser nuestra cuenca.

Especies migratorias del río Magdalena.

Notas.

1. Torres León, F. 1967. La comunidad de pescadores de Honda. Centro de Estudios Sociales.


2. Ideam-Cormagdalena. 2001. Estudio ambiental de la Cuenca Magdalena-Cauca y elementos para su ordenamiento territorial. 

3. Miles, C. 1971. Los Peces del río Magdalena. Universidad del Tolima.

4. Castaño-Uribe, C. 2003. Río Grande de la Magdalena. Banco de Occidente.

5. Mojica, J.I., Usma, J.S., Álvarez-León, R. y Lasso, C.A. (eds). 2012. Libro rojo de peces dulceacuícolas de Colombia 2012. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, WWF Colombia y Universidad de Manizales. Bogotá, Colombia.

6. Galvis, G. y J. I. Mojica. 2007. The Magdalena River freshwater fishes and fisheries. Aquatic ecosystem health and management 10: 127-139.

7. The Nature Conservancy, Fundación Alma, Fundación Humedales y AUNAP. 2016. Estado de las planicies inundables y el recurso pesquero en la macrocuenca Magdalena-Cauca y propuesta para su manejo integrado. Bogotá, Colombia.

8. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS). 2012. Resolución 1517 “Por la cual se adopta el Manual para la Asignación de Compensaciones por pérdida de Biodiversidad”.  

9. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS). 2012. Manual para la asignación de compensaciones por pérdida de biodiversidad. Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 


10. Tellez, P., Petry, P., Walschburguer, T., Higgins, J. y Apse, C. 2012. Portafolio de conservación de agua dulce para la Cuenca del Magdalena-Cauca. Cormagdalena, Fundación Mario Santo Domingo, he Nature Conservancy, Colombia.

11.Carvajal-Quintero, J.D., Januchowski-Hartleyb, S.R., Maldonado-Ocampo, J.A., Jézéquele, C., Delgado, J. y Tedesco, P.A. (2017). Damming fragments species ranges and heightens extinction risk. Conservation Letters. Available online 10 December 2016.

12. Angarita, H., Wickel, A.J., Sieber, J., Chavarro. J., Maldonado-Ocampo, J.A., Herrera-R, G.A., Delgado, J. & Purkey, D.  (2017). Large scale impacts of hydropower development on the Mompos wetlands, Colombia. (En preparación).

13. DoNascimiento, C., Herrera, E.E., Herrera, G., Ortega-Lara, A., Villa-Navarro, F., Usma, J.S. & Maldonado-Ocampo, J.A. Checklist of the freshwater fishes of Colombia: a Darwin Core alternative to the updating problem. Zookeys (En prensa). ​

Fotografía por Cesar David Martínez

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